¿Hay alimentos prohibidos en el embarazo?

En el embarazo, hay que tomar muchas precauciones relacionadas con la alimentación. Algunos alimentos no son nada recomendables, porque pueden causar molestias digestivas o, en el peor de los casos, causar enfermedades peligrosas para el feto. ¡Te decimos cuáles son los alimentos prohibidos en el embarazo!

La dieta que debemos seguir durante el embarazo debe ser saludable, equilibrada y contener productos de todos los grupos de alimentos: leche y derivados; hortalizas y verduras; legumbres secas y patatas; frutas; carnes; pescados y huevos; cereales, pastas y azúcar. No obstante, hay algunos alimentos que deberían no formar parte de ella, por lo menos en grandes cantidades, por el bien del pequeño y el tuyo propio.

¿Qué alimentos debemos evitar durante el embarazo?

Antes de nada, debemos aclarar que no hay alimentos prohibidos en el embarazo, salvo que la mujer embarazada tenga alguna enfermedad. No obstante, sí que hay una lista de alimentos que no se deberían tomar crudos, y otros que tan solo deberían tomarse en pequeñas cantidades o evitarse tan solo por precaución:

  • Uno de los alimentos que debes evitar son el pescado o el marisco crudo y fresco. Desafortunadamente, el sushi no es compatible con el embarazo, puesto que si no ha estado congelado previamente, puede contener anisakis, un gusano nematodo que pasa su ciclo vital en el sistema digestivo de peces y mamíferos marinos que causa intoxicaciones alimentarias. Otro posible peligro sería la toxoplasmosis, una enfermedad infecciosa que, pese a que es inofensiva, puede ser potencialmente peligrosa para el feto.
  • La carne poco hecha también puede causar toxoplasmosis, puesto que el parásito puede encontrarse en ella. El hígado de los animales tampoco es recomendable, porque, aunque contiene mucha vitamina A, en grandes cantidades puede afectar al desarrollo del embrión, además, es posible que contenga sustancias que le dieron al animal para engordarlo.
  • Los expertos recomiendan también moderar el consumo de sal para evitar retenciones de líquidos.
  • Por último, y aunque no sean alimentos, las mujeres embarazadas deberán moderar el consumo de cafeína (café, tés o bebidas de cola), bebidas con gas, puesto que contienen, aparte de gas, azúcares y aditivos y no aportan nutrientes, y, sobre todo, el alcohol, puesto que aumenta el riesgo de aborto, parto prematuro y otras complicaciones en el parto. Además, el alcohol dificulta la absorción del ácido fólico y de otras vitaminas del grupo B, tan imprescindibles para el buen desarrollo de la gestación.

Fuente: Mibebeyyo.com

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